1
A ti, glorioso Dios, cantamos alabanzas;
rendímoste honor por todas tus grandezas.
Nos das tu bendición en nuestra senda aquí;
nos guiarás, Señor, a tu mansión allí.
2
Ven siempre, oh gran Dios, muy cerca de nosotros;
con celo y con fervor queremos ir a otros.
Tu brazo protector del mal nos guardará;
en lucha y aflicción consuelo nos será.
3
Oh Padre, eterno Dios, cantámoste loores,
y al Hijo Redentor, Señor de los señores,
y al Santo Espíritu, el gran Consolador:
al grande, trino Dios cantamos con fervor.