1
Al contemplar la excelsa cruz
do el Rey de gloria sucumbió,
lo que antes parecía luz
sin vacilar hoy dejo yo.
2
No me permitas, Dios, gloriar,
más que en la muerte del Señor;
lo que más pueda ambicionar
lo doy gozoso por su amor.
3
Si la riqueza terrenal
pudiera yo a mis plantas ver,
pequeña ofrenda mundanal
sería el írsela a ceder.
4
Aquel dolor tan grande y cruel
que así sufrió mi Salvador
demanda que consagre a él
mi ser, mi vida y mi amor.