1
Allá la puerta abierta está,
su luz es refulgente.
La cruz se mira más allá,
señal de amor ferviente.
Coro:
¡Oh, cuánto me ama Dios a mí!
La puerta abierta está por mí,
por mí, por mí.
Sí, quiero entrar allí.
2
Si tienes fe avanza tú;
la puerta es franca ahora.
Si quieres palma, ten la cruz,
señal de eterna gloria.
3
Pasando el río, más allá,
en celestial pradera,
con Cristo gozo y paz habrá,
¡eterna primavera!