Aquí reunidos en tu santo nombre
rogamos nos des tu divino perdón.
Perdido, afligido se siente el hombre,
mas gracias, oh Jesús, por la salvación.
Es Cristo Jesús nuestro eterno amparo.
Ordena y mantiene su reino de amor.
Nos muestra el camino con célico faro,
nos guarda y nos protege. ¡Gloria al Señor!
Con voces alegres te glorificamos.
¡Oh, Cristo, sé tú nuestro gran Protector!
Contigo en las luchas victorias ganamos.
¡Tu nombre sea honrado, oh Salvador!