1
Aunque anochezca, vendrá la aurora
de un nuevo día primaveral.
Se irán las penas, y Cristo en gloria
a sus mansiones nos llevará.
2
Cuando amanezca, no habrá más sombras;
no habrá temores, ni tempestad.
En ese día, que no demora,
la dicha eterna siempre será.
3
Cuando amanezca, Cristo amoroso,
con mano amiga nos llevará
por las riberas de aquel hermoso
y transparente mar de cristal.
4
Cuando amanezca, nos juntaremos
con redimidos de toda edad.
No habrá más llanto, ni "adiós" diremos
en el eterno, feliz hogar.