1
Como el ciervo clama por las aguas,
mi alma anhela a Dios.
Solo tú satisfaces mi ansiedad
llenándome de paz.
Coro:
Solo tú eres mi sostén,
¿a quién iré sino solo a ti?
Yo te rindo mi vida entera
para siempre a ti, Señor.
2
Cristo, tú eres mi amigo y mi hermano,
aunque eres Rey también.
Yo te amo por sobre todo
y te alabo, mi Señor.
3
Más que al oro te anhelo a ti,
pues solo tú me podrás saciar.
Solo tú eres mi alegría,
la razón de mi existir.