1
Como la mujer de junto al pozo
yo fui por agua, nada más.
A Cristo oí decir con gozo:
"Ven a mí, y sed jamás tendrás".
Coro:
Cristo, llena mi frágil copa,
ven y calma mi agobiante sed.
Oh, Maestro, dame tu divino pan
como dádiva de tu gran merced.
2
Hay millones en el mundo enfermo
que buscan goces sin valor,
muy lejos del tesoro eterno
que encuentro en Cristo, mi Señor.
3
Si las cosas vanas que brinda el mundo
tu hambre dejan sin saciar,
acude al pozo más profundo,
fuente viva de salud sin par.