1
Da gloria al Señor, de rodillas adórale
en la hermosura de su santidad,
tu plena obediencia cual oro ofreciéndole
con el incienso de grata humildad.
2
La carga del mal deposita hoy a sus pies,
la llevará sobre su corazón;
tus penas te quitará,
limpiando tus lágrimas,
guiando tus pies a mayor bendición.
3
En sus santos atrios adonde convídate,
aunque eres pobre no temas entrar;
la firme, constante fe y el puro, sencillo amor:
tales ofrendas pon sobre el altar
4
Y cuando tus dones le entregues a tu Señor,
por su Hijo amado los aceptará;
y tras noche lúgubre habrá aurora espléndida:
gozo, alegría y paz te dará.