1
Del bello país he leído, y su hermosa ciudad capital,
cuyas calles gloriosas son de oro, y de jaspe es su muro eternal;
por el río las aguas de vida fluyen con perennal claridad;
mas en cuanto a toda su gloria no se ha dicho aún la mitad.
Coro:
No se ha dicho aún la mitad;
no se ha dicho aún la mitad;
de la Santa Ciudad tan gloriosa,
no se ha dicho aún la mitad.
2
Leí de aquellas mansiones que el Maestro fue a preparar,
do los santos que aquí fueron fieles van por siempre jamás a gozar;
no habrá muerte, dolor, ni pecado, sino reina la inmortalidad;
mas en cuanto a su excelsa grandeza no se ha dicho aún la mitad.
3
Leí de Jesús el benigno, que al más vil pecador limpiará;
cómo paz y perdón le confiere al que humilde buscándolos va.
He leído que él nos protege, que se apiada de nuestra orfandad;
mas de tanta bondad pregonada no se ha dicho aún la mitad.