1
Dulce comunión la que gozo ya
en los brazos de mi Salvador.
¡Qué gran bendición en su paz me da!
¡Oh!, yo siento en mí su tierno amor.
Coro:
Libre, salvo
de cuitas, penas y dolor;
libre, salvo,
en los brazos de mi Salvador.
2
¡Cuán dulce es vivir, cuán dulce es gozar
en los brazos de mi Salvador!
Quiero estar con él en su eterno hogar,
siendo objeto de su tierno amor.
3
No habré de temer ni aun desconfiar,
en los brazos de mi Salvador.
En él puedo yo bien seguro estar
de los lazos del vil tentador.