Un día escuché que existe un lugar
dónde hay perfecta paz;
sin tristeza, ni maldad.
Yo quiero estar allá en ese eterno hogar.
Mi sueño al fin será una hermosa realidad.
CORO (1 e 2):
Pero al esperar, pensando en ese hogar,
yo puedo ver que aquí lo puedo disfrutar.
Y cuando hermanos van unidos
como pueblo redimido,
veo ángeles cantando,
pues el cielo está llegando.
2.
Yo puedo contemplar la hermosura de ese hogar
si busco aquí vivir como mi Jesús vivió.
En medio del dolor en paz yo voy a estar.
Mi voluntad, mi corazón, ya son de Dios.
CORO (3):
El cielo está aquí, si tomo tiempo de alabar.
El cielo está aquí, si me arrodillo para orar.
El cielo está aquí, si aprendí a perdonar.
El cielo es Jesús y en el lugar que
Él esté el cielo allí será. bis (final)
3.
Pues no existe cielo sin Jesús,
tampoco existe paz sin Jesús.
Sin Cristo la riqueza
de este mundo es sin valor.
¿Por qué un mar de vidrio sin Jesús?,
¿Y flores tan hermosas sin Jesús?
¿Por qué vivir por siempre
y sin la compañía de Jesús?
Yo vuelvo a afirmar que
"el cielo será donde Jesús está".