1.
El mundo es de mi Dios; su eterna posesión.
Eleva a Dios su dulce voz la entera creación.
El mundo es de mi Dios; conforta así pensar.
Él hizo el sol y el arrebol, la tierra, cielo y mar.
2.
El mundo es de mi Dios; escucho alegre son
del ruiseñor, que al Creador eleva su canción.
El mundo es de mi Dios; y en todo mi redor
las flores mil con voz sutil declaran fiel su amor.
3.
El mundo es de mi Dios; jamás lo olvidaré.
Aunque infernal parezca el mal, mi Padre Dios es Rey.
El mundo es de mi Dios; y al Salvador Jesús
hará vencer, por su poder, con la obra de la cruz.