1
Hay quien vela mis pisadas en la sombra y en la luz;
por las sendas escarpadas me acompañará Jesús.
Por los valles, por los montes, do me lleva su bondad,
miro yo los horizontes de una nueva claridad.
Coro:
Hay quien vela mis pisadas
y mi senda trazará.
A las célicas moradas
es Jesús quien me guiará.
2
Hay contacto que me explica la presencia del Señor;
él mis penas santifica y me libra del temor.
Cristo con su mano herida protección me puede dar
cuando cruzo de la vida el inquieto y fiero mar.
3
Tengo Amigo, fiel y amante, de infinita compasión,
que confiere paz constante al contrito corazón.
En su amor hay eficacia, es amigo siempre fiel,
hay en él verdad y gracia, es mi escudo y mi broquel.