1
Hijo del reino, ¿por qué estás durmiendo,
cuando a la vista se halla tu hogar?
Presto levántate, ciñe tus armas;
en el conflicto tendrás que luchar.
2
Hijo del reino, ¿por qué tardas tanto,
cuando delante el premio se ve?
Álzate, vístete, Cristo se acerca;
sal a su encuentro, recibe a tu Rey.
3
No sigas más tras placeres mundanos:
ves que su encanto pasando se va;
rompe los lazos con que estás atado;
a Cristo acude, que te amparará.
4
Fija tu vista constante en el Cielo;
pasa la noche de tribulación;
sobre las cúspides ya rompe el alba;
¡hijo del reino, prorrumpe en canción!