Tal vez toda tu fuerza se acabó,
Tal vez tu gran dolor tan sólo comenzó.
Nadie conoce el mañana, y nadie sabe qué vendrá,
No sabemos si es tormenta o huracán.
La vida a veces nos sorprende con crueldad,
Y nos enfrenta con la dura realidad.
Pero una cosa te digo: En plena aflicción,
Cuando no soportes más desilusión...
Llora, llora, derrama sí tus lágrimas,
Llora tus angustias, con tus dolores y aflicción.
Llora, llora, derrama sí tus lágrimas,
mas déjalas que caigan cuando te encuentres
En brazos de Jesús.
A aquel acostumbrado a perder,
Luchando sin cesar y sin poder vencer.
Aún existe esperanza, pues todo va a terminar,
Por la fe espera sólo un poco más.
Pues un milagro pronto puede suceder,
Para aquellos que lo pueden comprender,
Que existe un Dios soberano para cada situación.
Ven y descansa en ese Dios, que todo ve.
Llora, llora, derrama sí tus lágrimas,
Llora tus angustias, con tus dolores y aflicción.
Llora, llora, derrama sí tus lágrimas,
mas déjalas que caigan cuando te encuentres En brazos de Jesús.
Confía en el poder del Salvador,
Confía en Jesús y en su amor.
Un día entenderás pues él te explicará
Lo que no entendiste acá.
Llora, llora, derrama sí tus lágrimas,
Mas déjalas que caigan
Aunque ellas sean muchas
Y crezcan como un río.
Mas déjalas que caigan
Cuando te encuentres
En brazos de Jesús