1
Los tesoros del mundo no deseo juntar.
Quiero entrar en tu aprisco, en tu célico hogar.
En el libro del reino que en los cielos está,
dime, Cristo benigno, ¿se halla mi nombre allá?
Coro:
¿Se halla mi nombre allá?
¿Se halla mi nombre allá?
En el libro del reino
¿se halla mi nombre allá?
2
Mis pecados son muchos cual la arena del mar;
mas, Jesús, en tu sangre, me los puedes lavar.
He aquí tus promesas, las que escritas están:
"Aunque rojos cual grana como nieve serán".
3
En la bella ciudad con sus mansiones de luz,
do los santificados andarán con Jesús,
donde el mal no entra nunca, donde el bien reinará,
dime, Cristo benigno, ¿se halla mi nombre allá?