Un niño de seis años
procuró hacer navegar
un barco de madera que talló,
con un sonrisa, a flor de labios depositó
sobre el agua aquel madero y navegó.
Se gozaba al ver su barca funcionar
Se reía, al ver la obra de sus manos
navegando aguas profundas
no hay palabras que expresaran su emoción.
De repente la marea subió,
y una ola del mar
aquel barquito secuestró
Pasaron los años
y el niñito se convirtió
en un prominente
y respetado señor doctor.
Un día en la plaza caminando
una sorpresa se llevó
al ver en una vitrina
el viejo monumento que él talló.
Entró en la tienda
y conversó con el comerciante
le dijo le compro
aquel talayón del estandarte
señor comerciante cuanto quiere por el barco
le ofrezco diez mil y lo llevo sin pensarlo,
trato hecho exclamó aquel vendedor
con barco en mano
aquel doctor de allí se marchó
La curiosidad invadió aquel mercader
salió corriendo a la calle y fue tras de él.
Señor doctor discúlpeme
porque ha pagado tanto
Si es solo un madero sin valor
porque le llama la atención
Oh dígame porque ha pagado tanto
Si es solo un fuste ordinario
o trachapado olvidado, dígame
porque ha pagado tanto
y el doctor contestó.
Un niño de seis años
procuró hacer navegar
un barco que después
se le extravió
y por años le buscaba
y hoy por fin le encontró
quiero decirle que él niñito aquel soy yo.
Esta es mi....