1
Oh, aldehuela de Belén, afortunada tú,
pues en tus campos brilla hoy la sempiterna luz.
El Hijo tan deseado con santa expectación,
el anunciado Salvador, en ti, Belén, nació.
2
Calladamente Dios nos da su incomparable don;
así también impartirá sus bendiciones hoy.
Ningún oído, acaso, perciba su venir;
mas el de humilde corazón lo habrá de recibir.
3
Oh, santo Niño de Belén, desciende con tu paz;
en nuestras almas nace hoy, limpiando todo mal.
Los ángeles del cielo te anuncian al nacer:
¡Ven con nosotros a morar, oh Cristo, Emanuel!