1
Oh buen Señor, velada está
tu santa forma aquí,
pues el pecado, oh Jehová,
te esconde hoy de mí.
2
Aunque no te distingo hoy,
sé que conmigo estás;
y si en afán o lucha estoy,
tu auxilio me darás.
3
Como un sueño nocturnal,
dorada ensoñación,
es tu presencia sin igual
la más feliz visión.
4
Tu forma puedo percibir
en alas de la fe;
con tu influencia en mi vivir,
confiado andaré.